República
Bolivariana de Venezuela
Caracas, marzo de 2012.
Compatriota
Lic. Eleazar Díaz Rangel
Director del Diario Últimas Noticias
Presente:
Bien sabe usted, por su dilatada y sustancial relación con el mundo periodístico nacional, que los dueños de las empresas mercantiles dedicadas a la actividad comunicacional (prensa, radio, televisión) utilizan estos medios de difusión para fines distintos a aquellos que prescribe el sincero ejercicio del periodismo.
Sólo a título de ejemplo y para no ir muy lejos, basta tener presente el empleo que, en décadas pasadas, el Grupo Empresarial Capriles hizo del diario que usted dirige, cuando le reclamaba, al partido con más opción electoral del momento, varios escaños al extinto Congreso Nacional; al gobierno de turno, asignación de cupos de metales en las Empresas Básicas de Guayana; al Banco Central, ventajas en la intermediación financiera y de seguros; etc. Todo ello a cambio de un planificado y cómplice silencio frente al proceso de saqueo y destrucción del cual era objeto la Patria en aquella oprobiosa etapa de nuestra vida republicana.
Por eso hoy, ante el enfoque y el contenido de los reportajes y los titulares publicados en primera plana en Últimas Noticias los días 14, 15, 16, 17 y 18 del corriente mes y año, en los que se esfuerzan por vincular a un conjunto de organizaciones sociales, políticas y militares con las actividades delictivas que se desarrollan en la frontera occidental del país, surge, entre otras, la siguiente interrogante: ¿Qué buscan hoy los Capriles con esta campaña propagandística?
A riesgo de que el Grupo Capriles no reconozca el universal derecho a la réplica, por tanto, estas escasas líneas no vean luz, o sea, no sean publicadas en el diario, me permito apuntarle algunas precisiones en relación con esta criminal campaña, no como una respuesta de las FUERZAS BOLIVARIANAS DE LIBERACIÓN a la misma, pues ello es competencia de su Equipo de Conducción Nacional, sino como una reflexión de uno de sus militantes.
Así pues, Señor Eleazar Rangel, la crítica situación que hoy se vive en las fronteras de nuestro país es la resultante de un largo proceso de abandono, la cual se ve agravada por la intensa ofensiva que desarrollan las corporaciones trasnacionales y los gobiernos que representan los intereses de éstas. Lo que sucede en las fronteras de Táchira y Apure es, sin duda, lo más noticioso, pero la realidad de las fronteras con Brasil, Guyana y el Caribe no son menos graves.
En efecto, en una breve caracterización de la situación actual de las fronteras venezolanas, se destaca: La ausencia de las instituciones y autoridades representativas del Estado; la escasa e ineficiente ejecución de los Planes de Asistencia Social en beneficio de sus pobladores; la inexistencia o infuncionalidad de los servicios públicos; el débil apoyo a la actividad productiva; la ilegal explotación y abierta extracción de minerales y fauna, de productos pesqueros y forestales, todos de alto valor estratégico y económico en el comercio mundial; el masivo contrabando de combustibles y otros bienes de consumo general, particularmente, alimentos y materiales para la construcción; la presencia de comunidades en territorio venezolano, integradas principalmente por nacionales de los países vecinos, sin el menor control del Estado nacional; la existencia de grupos delincuenciales dedicados al narcotráfico, con alcance internacional y vinculados a empresas trasnacionales, especialmente, paramilitares colombianos; la falta de nacionalismo por parte de funcionarios de alta jerarquía que integran los componentes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana encargados de garantizar la seguridad y defensa de los intereses de la república; en fin, las fronteras son espacios geográficos en los que el Estado no ejerce el debido control y, en consecuencia, se desdibuja y desintegra, al extremo que la soberanía territorial está severamente lesionada, y su integridad, amenazada de ser víctima de nuevos despojos.
Estos, entre otros, son los verdaderos problemas que confrontan nuestras fronteras, de allí que, una auténtica actitud patriótica exige que el periodismo, sinceramente interesado en contribuir a resolver dicha problemática, no la oculte, no la tergiverse, ni recurra al desarrollo de campañas que encuadran en típicos programas de guerra psicológica, como parte del desarrollo de planes de contrainsurgencia.
En este contexto, Señor Rangel, cooperar con campañas propagandísticas de criminalización de las organizaciones populares que luchan por hacer realidad los derechos que les consagra la Constitución de la República Bolivariana y, consecuencialmente, defienden los intereses y derechos de la nación, sin duda, representa un eficiente servicio a las pretensiones de los enemigos de la Patria, quienes aspiran destruir todas las referencias socio-organizativas existentes, en la perspectiva de suprimir cualquier posición de resistencia a sus planes de hegemonía neocolonial.
En este sentido, probablemente el diario Últimas Noticias logre con su campaña propagandística desprestigiar el conjunto de organizaciones populares que irresponsablemente aluden en sus reportajes, en nuestro caso, a las FUERZAS BOLIVARIANAS DE LIBERACIÓN, contribuyendo de esta manera con la intención de los enemigos del pueblo venezolano de aniquilarlas como herramientas de lucha de los sectores oprimidos y explotados, más con ello, no se logrará cambiar la realidad de las fronteras del país; por el contrario, ayudaran a agravarla aún más, pues estas organizaciones encarnan la voluntad de lucha de los sectores populares en función de hacer de las fronteras venezolanas territorios libres del crimen, del narcotráfico, del contrabando, del paramilitarismo, del latifundismo, de la explotación, de la extracción de nuestros recursos, etcétera; en pocas palabras Señor Rangel, en estas organizaciones estriba la posibilidad real de avanzar en la construcción de una nueva sociedad. Esto explica por qué los sectores campesinos y, en general, los pobladores de las zonas fronterizas se encuentran actualmente en un intenso proceso de organización y de lucha en procura de sus intereses y derechos, desafiando las agresiones permanentes de la cual son víctimas por parte de grupos paramilitares, empresariales e, incluso, de sectores de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.
No es política de las FUERZAS BOLIVARIANAS DE LIBERACIÓN el cobro de vacunas, el secuestro, la extorsión, el reclutamiento forzoso de niños, niñas y adolescentes, pues ello contraviene el sentido y razón de nuestra existencia y nuestro anhelo histórico: Reorganizar la sociedad venezolana a partir de los Principios del Comunismo Científico. Las FBL es una comunidad de fuerzas revolucionarias, articuladas como un sistema dinámico, creativo e innovador de lucha, desde el seno del pueblo y con el pueblo para construir una Venezuela soberana, independiente y plenamente desarrollada. Cualquier afirmación que busque involucrarnos en tales hechos, responde a la ejecución de un plan para destruir cualquier tipo de organización social, política o militar que le impida, a los grupos de poder, la obtención del control absoluto de dichas áreas geográficas y, en consecuencia, ejecutar todas sus actividades contrarias a los intereses del país sin ningún tipo de obstáculos y límites.
Nosotros Señor Rangel, somos Marxistas Bolivarianos. Somos una comunidad de mujeres y hombres, comprometidos con la causa de la clase trabajadora, campesina y del pueblo en general, en la lucha por destruir la civilización oprobiosa del capital, para construir la nueva civilización del humanismo, la solidaridad y la inclusión, es decir, la Sociedad Comunista. En esta dirección y en el marco de la lucha de clases, reivindicamos el ejercicio de la violencia política revolucionaria, como herramienta para la transformación de la realidad social; violencia revolucionaria que impulsamos bajo la estrategia de GUERRA A MUERTE AL CAPITAL.
En las FBL estamos conscientes que detrás de los supuestos informes de inteligencia están sectores militares vinculados a la estación Caracas de la CIA, quienes persiguen propiciar una confrontación del gobierno central con los sectores populares y revolucionarios, con miras a dividir las fuerzas de la revolución de cara a las elecciones del 07 de octubre. No obstante, al igual que en el pasado, todos estos intentos no encontrarán eco en el campo popular y revolucionario, y menos aún, en el pueblo soberano de Bolívar, por consiguiente, no nos desviarán de la tarea que hoy tenemos por delante: La reelección del Presidente Chávez.
Hoy más que nunca, junto al Pueblo de Bolívar, las FBL avanza, crece, sueña, estudia, debate, produce, lucha y combate por un mundo mejor, por una sociedad sin explotados ni explotadores.
Somos los hijos de Bolívar y Bolívar vive.
Por la reelección del Presidente Chávez.
Por la profundización de la Revolución Bolivariana.
Por la unidad del Pueblo Revolucionario.
Proletarios del mundo, uníos.
Camarada Eleazar Juárez.
Integrante del Secretariado del Equipo de Conducción Nacional de las Fuerzas Bolivariana de Liberación.
Caracas, marzo de 2012.
Compatriota
Lic. Eleazar Díaz Rangel
Director del Diario Últimas Noticias
Presente:
Bien sabe usted, por su dilatada y sustancial relación con el mundo periodístico nacional, que los dueños de las empresas mercantiles dedicadas a la actividad comunicacional (prensa, radio, televisión) utilizan estos medios de difusión para fines distintos a aquellos que prescribe el sincero ejercicio del periodismo.
Sólo a título de ejemplo y para no ir muy lejos, basta tener presente el empleo que, en décadas pasadas, el Grupo Empresarial Capriles hizo del diario que usted dirige, cuando le reclamaba, al partido con más opción electoral del momento, varios escaños al extinto Congreso Nacional; al gobierno de turno, asignación de cupos de metales en las Empresas Básicas de Guayana; al Banco Central, ventajas en la intermediación financiera y de seguros; etc. Todo ello a cambio de un planificado y cómplice silencio frente al proceso de saqueo y destrucción del cual era objeto la Patria en aquella oprobiosa etapa de nuestra vida republicana.
Por eso hoy, ante el enfoque y el contenido de los reportajes y los titulares publicados en primera plana en Últimas Noticias los días 14, 15, 16, 17 y 18 del corriente mes y año, en los que se esfuerzan por vincular a un conjunto de organizaciones sociales, políticas y militares con las actividades delictivas que se desarrollan en la frontera occidental del país, surge, entre otras, la siguiente interrogante: ¿Qué buscan hoy los Capriles con esta campaña propagandística?
A riesgo de que el Grupo Capriles no reconozca el universal derecho a la réplica, por tanto, estas escasas líneas no vean luz, o sea, no sean publicadas en el diario, me permito apuntarle algunas precisiones en relación con esta criminal campaña, no como una respuesta de las FUERZAS BOLIVARIANAS DE LIBERACIÓN a la misma, pues ello es competencia de su Equipo de Conducción Nacional, sino como una reflexión de uno de sus militantes.
Así pues, Señor Eleazar Rangel, la crítica situación que hoy se vive en las fronteras de nuestro país es la resultante de un largo proceso de abandono, la cual se ve agravada por la intensa ofensiva que desarrollan las corporaciones trasnacionales y los gobiernos que representan los intereses de éstas. Lo que sucede en las fronteras de Táchira y Apure es, sin duda, lo más noticioso, pero la realidad de las fronteras con Brasil, Guyana y el Caribe no son menos graves.
En efecto, en una breve caracterización de la situación actual de las fronteras venezolanas, se destaca: La ausencia de las instituciones y autoridades representativas del Estado; la escasa e ineficiente ejecución de los Planes de Asistencia Social en beneficio de sus pobladores; la inexistencia o infuncionalidad de los servicios públicos; el débil apoyo a la actividad productiva; la ilegal explotación y abierta extracción de minerales y fauna, de productos pesqueros y forestales, todos de alto valor estratégico y económico en el comercio mundial; el masivo contrabando de combustibles y otros bienes de consumo general, particularmente, alimentos y materiales para la construcción; la presencia de comunidades en territorio venezolano, integradas principalmente por nacionales de los países vecinos, sin el menor control del Estado nacional; la existencia de grupos delincuenciales dedicados al narcotráfico, con alcance internacional y vinculados a empresas trasnacionales, especialmente, paramilitares colombianos; la falta de nacionalismo por parte de funcionarios de alta jerarquía que integran los componentes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana encargados de garantizar la seguridad y defensa de los intereses de la república; en fin, las fronteras son espacios geográficos en los que el Estado no ejerce el debido control y, en consecuencia, se desdibuja y desintegra, al extremo que la soberanía territorial está severamente lesionada, y su integridad, amenazada de ser víctima de nuevos despojos.
Estos, entre otros, son los verdaderos problemas que confrontan nuestras fronteras, de allí que, una auténtica actitud patriótica exige que el periodismo, sinceramente interesado en contribuir a resolver dicha problemática, no la oculte, no la tergiverse, ni recurra al desarrollo de campañas que encuadran en típicos programas de guerra psicológica, como parte del desarrollo de planes de contrainsurgencia.
En este contexto, Señor Rangel, cooperar con campañas propagandísticas de criminalización de las organizaciones populares que luchan por hacer realidad los derechos que les consagra la Constitución de la República Bolivariana y, consecuencialmente, defienden los intereses y derechos de la nación, sin duda, representa un eficiente servicio a las pretensiones de los enemigos de la Patria, quienes aspiran destruir todas las referencias socio-organizativas existentes, en la perspectiva de suprimir cualquier posición de resistencia a sus planes de hegemonía neocolonial.
En este sentido, probablemente el diario Últimas Noticias logre con su campaña propagandística desprestigiar el conjunto de organizaciones populares que irresponsablemente aluden en sus reportajes, en nuestro caso, a las FUERZAS BOLIVARIANAS DE LIBERACIÓN, contribuyendo de esta manera con la intención de los enemigos del pueblo venezolano de aniquilarlas como herramientas de lucha de los sectores oprimidos y explotados, más con ello, no se logrará cambiar la realidad de las fronteras del país; por el contrario, ayudaran a agravarla aún más, pues estas organizaciones encarnan la voluntad de lucha de los sectores populares en función de hacer de las fronteras venezolanas territorios libres del crimen, del narcotráfico, del contrabando, del paramilitarismo, del latifundismo, de la explotación, de la extracción de nuestros recursos, etcétera; en pocas palabras Señor Rangel, en estas organizaciones estriba la posibilidad real de avanzar en la construcción de una nueva sociedad. Esto explica por qué los sectores campesinos y, en general, los pobladores de las zonas fronterizas se encuentran actualmente en un intenso proceso de organización y de lucha en procura de sus intereses y derechos, desafiando las agresiones permanentes de la cual son víctimas por parte de grupos paramilitares, empresariales e, incluso, de sectores de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.
No es política de las FUERZAS BOLIVARIANAS DE LIBERACIÓN el cobro de vacunas, el secuestro, la extorsión, el reclutamiento forzoso de niños, niñas y adolescentes, pues ello contraviene el sentido y razón de nuestra existencia y nuestro anhelo histórico: Reorganizar la sociedad venezolana a partir de los Principios del Comunismo Científico. Las FBL es una comunidad de fuerzas revolucionarias, articuladas como un sistema dinámico, creativo e innovador de lucha, desde el seno del pueblo y con el pueblo para construir una Venezuela soberana, independiente y plenamente desarrollada. Cualquier afirmación que busque involucrarnos en tales hechos, responde a la ejecución de un plan para destruir cualquier tipo de organización social, política o militar que le impida, a los grupos de poder, la obtención del control absoluto de dichas áreas geográficas y, en consecuencia, ejecutar todas sus actividades contrarias a los intereses del país sin ningún tipo de obstáculos y límites.
Nosotros Señor Rangel, somos Marxistas Bolivarianos. Somos una comunidad de mujeres y hombres, comprometidos con la causa de la clase trabajadora, campesina y del pueblo en general, en la lucha por destruir la civilización oprobiosa del capital, para construir la nueva civilización del humanismo, la solidaridad y la inclusión, es decir, la Sociedad Comunista. En esta dirección y en el marco de la lucha de clases, reivindicamos el ejercicio de la violencia política revolucionaria, como herramienta para la transformación de la realidad social; violencia revolucionaria que impulsamos bajo la estrategia de GUERRA A MUERTE AL CAPITAL.
En las FBL estamos conscientes que detrás de los supuestos informes de inteligencia están sectores militares vinculados a la estación Caracas de la CIA, quienes persiguen propiciar una confrontación del gobierno central con los sectores populares y revolucionarios, con miras a dividir las fuerzas de la revolución de cara a las elecciones del 07 de octubre. No obstante, al igual que en el pasado, todos estos intentos no encontrarán eco en el campo popular y revolucionario, y menos aún, en el pueblo soberano de Bolívar, por consiguiente, no nos desviarán de la tarea que hoy tenemos por delante: La reelección del Presidente Chávez.
Hoy más que nunca, junto al Pueblo de Bolívar, las FBL avanza, crece, sueña, estudia, debate, produce, lucha y combate por un mundo mejor, por una sociedad sin explotados ni explotadores.
Somos los hijos de Bolívar y Bolívar vive.
Por la reelección del Presidente Chávez.
Por la profundización de la Revolución Bolivariana.
Por la unidad del Pueblo Revolucionario.
Proletarios del mundo, uníos.
Camarada Eleazar Juárez.
Integrante del Secretariado del Equipo de Conducción Nacional de las Fuerzas Bolivariana de Liberación.
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