Secretariado Nacional de la Fuerzas Bolivarianas de Liberación (FBL) Mayo 2013
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ESTAMOS A TIEMPO DE SALVAR LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA
No constituye una exageración afirmar que la Revolución Bolivariana
enfrenta hoy su mayor amenaza, pues en los días por venir definitivamente se
definirá su espíritu, carácter y continuidad como proceso histórico que
inicialmente representó para las amplias mayorías del pueblo venezolano la
esperanza de vivir en un país decente, seguro, soberano e independiente, en
fin, en una sociedad productiva, justa, verdaderamente democrática y
colectivamente feliz.
En las Fuerzas Bolivariana de Liberación se ha tenido siempre cabal
comprensión de las limitaciones de la Revolución Bolivariana como proceso
político que no cuestiona la existencia del capital; sin embargo, también se ha
tenido plena consciencia de sus enormes potencialidades para transformarse
en un auténtico proceso de construcción socialista, habida cuenta de las
complejas dinámicas políticas, económicas y militares que se han hecho
presente a lo largo de su desarrollo; de allí que nunca se ha dudado en
participar activamente en las luchas destinadas a su defensa y profundización.
Esta contradicción de la Revolución Bolivariana, es decir, su inicial
carácter capitalista por un lado, y su potencial desarrollo socialista por el otro,
vive hoy su más aguda tensión, producto de la recuperación político-electoral
de los grupos de oposición al gobierno nacional y, subsiguientemente, en
virtud de la concreción en Venezuela del conflicto inter-imperialista que se
escenifica actualmente a nivel mundial por el control hegemónico de los
recursos naturales existentes en el planeta. En este sentido, el desenlace de
esta contradicción puede significar la derrota definitiva de la Revolución
Bolivariana, a menos que urgentemente se reactive el Movimiento Popular
Revolucionario y sea capaz de luchar en función de implementar las medidas
que garanticen la RECTIFICACIÓN DE LA DIRECCIONALIDAD DEL
PROCESO REVOLUCIONARIO, tanto en el ámbito de la composición política
de su mando central, como en el plano de su orientación histórica.
En este contexto, es vital que se tenga suficientemente claro que aún
cuando se resulte victorioso en los procesos electorales futuros y, por tanto, se
conserve el gobierno en sus distintos niveles territoriales se puede perder la
Revolución Bolivariana, pues, un pacto de gobernabilidad entre los múltiples
factores de poder que coexisten en la sociedad venezolana, específicamente,
entre las élites políticas que se disputan el control del Estado en función de la
administración de su acaudalada hacienda pública, no está descartado en el
devenir histórico del proceso, fundamentalmente, en virtud de perder éste su
potencialidad socialista a propósito de un abandono por parte de sus máximos
dirigentes de los postulados que originalmente inspiraron la revolución. Por
consiguiente, lo determinante a los fines de valorar si la revolución avanza o
no, es decir, si hay o no abandono de sus postulados y, consecuencialmente,
construcción socialista, estriba en establecer a qué intereses principalmente
beneficia la gestión gubernamental, más allá de las retóricas y multimillonarias
campañas publicitarias.
En este marco situacional, el desafío para el Movimiento Popular
Revolucionario en esta determinante coyuntura histórica por la que atraviesa la
Patria, aparte de reactivarse como sujeto protagónico con capacidad para
participar e incidir en la toma de decisiones que definen el destino inmediato
del país, se concreta en la tarea de garantizar la continuidad de la Revolución
Bolivariana, lo cual no implica el suspender o paralizar sus luchas orientadas a
conquistar o defender sus derechos e intereses, ya que, asegurar la estabilidad
del orden institucional de la República no está reñido ni pone en peligro el
proceso de construcción socialista, por el contrario, mientras más se avance en
la aplicación de medidas que favorezcan a las amplias mayorías populares de
la nación, más estabilidad adquirirán las instituciones republicanas, toda vez
que dichos sectores sociales se identificarán sustancialmente con el curso y
gestión del quehacer gubernamental, al punto de convertirse en sus principales
promotores y defensores. En síntesis, sin el impulso y agudización de la lucha
de clases no es posible la edificación socialista y, solamente, en esa dinámica
en que las masas populares desencadenan todas sus capacidades
revolucionarias, es que cobra pertinencia la estabilidad de las instituciones
como expresión y materialización de las conquistas alcanzadas en su
desarrollo.
Por esta razón, las luchas en defensa de los intereses del país frente a
las pretensiones colonialistas de las compañías trasnacionales representantes
de los viejos y nuevos imperios presentes en Venezuela; las luchas para
combatir las posiciones neoliberales del gobierno en los procesos de
negociación sobre las reservas energéticas y mineras de la nación; las luchas
por la conservación y defensa de los ecosistemas; las luchas por la
demarcación de los territorios de los pueblos indígenas; las luchas por
transparentar la administración del erario público; las luchas contra la
corrupción y la ineficiencia gubernamental; las luchas a favor del incremento
general de sueldos y salarios; las luchas a favor de la instauración y
consolidación del control obrero sobre la producción social; las luchas para
mejorar los servicios públicos; las luchas en contra de la generalizada
impunidad; las luchas en defensa de la libertad sindical; las luchas contra la
devaluación del Bolívar que empobrece a los trabajadores y ahorristas, y
enriquece a la burguesía; las luchas contra la vocación importadora de la
burocracia estatal; las luchas en función de la organización y ejercicio
revolucionario del poder popular; las luchas contra el latifundio y por la
independencia agroalimentaria; en fin, las luchas por verdaderamente construir
en este período histórico lo que significa y representa la República Bolivariana
de Venezuela, constituyen genuinas manifestaciones del conflicto de clases,
por lo tanto, no es una posición revolucionaria descalificarlas, condenarlas o
reprimirlas. Estos conflictos sociales son, en definitiva, la garantía de la
continuidad del proceso de cambio que emprendió y lideró el Comandante
Chávez, por lo que deben ser promovidos y desarrollados hasta sus últimas
consecuencias, bajo una correcta conducción política.
Adicionalmente, el panorama nacional adquiere mayor complejidad y
riesgo a propósito de las impugnaciones que interpusieron ante el Tribunal
Supremo de Justicia las élites de la “oposición política al gobierno” contra las
elecciones celebradas el pasado 14 de abril. Todo indica que serán declaradas
improcedentes, lo cual, no significa el agotamiento de la referida contradicción
que encarna la revolución, ni tampoco un desenlace definitivo de la actual
coyuntura, dado que la estrategia de las élites de la oposición es recurrir a
instancias internacionales a objeto de justificar y legitimar la intervención
extranjera, particularmente, de los Estados Unidos de Norteamérica. En
conclusión, los días que se avecinan anuncian cruentos enfrentamientos
en los que se decidirá el espíritu, carácter y continuidad de la Revolución
Bolivariana.
Por consiguiente, en estas difíciles horas por las que atraviesa la patria,
pero a su vez, luminosas para su devenir histórico, las Fuerzas Bolivarianas de
Liberación responsablemente le PROPONEN al conjunto de organizaciones
que hacen parte del Movimiento Popular Revolucionario venezolano, luchar en
lo inmediato en función de:
1.- El diseño y establecimiento de un SISTEMA DE COORDINACIÓN
CENTRALIZADO entre el conjunto de organizaciones que hacen parte del
Movimiento Popular Revolucionario, a objeto de asegurar su accionar unificado
de cara a un PLAN DE ACCIÓN PARA LA RECTIFICACIÓN DE LA
DIRECCIONALIDAD DE LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA.
2.- La constitución y formal nombramiento de un GABINETE
REVOLUCIONARIO que exprese las aspiraciones y anhelos del Pueblo
Venezolano en Lucha, al tiempo que rescate en cada una de las
correspondientes gestiones ministeriales, el espíritu crítico, rebelde,
contestatario, popular y dinámico que caracterizó a la Revolución Bolivariana
en sus inicios.
3.- El combate abierto a todas las políticas gubernamentales destinadas
a favorecer los intereses de la burguesía y del capital trasnacional; por tanto,
luchar resueltamente en apoyo a todos los conflictos sociales que se
desarrollan actualmente, como manifestación concreta de la lucha de clases.
4.- La preparación y ejecución inmediata de una OFENSIVA
ADMIRABLE contra todos los intereses de la burguesía y las compañías
trasnacionales que promuevan y apoyen la injerencia e intervención extranjera,
en consecuencia, todos sus voceros, representantes y personeros se
convierten en objetivo militares.
AÚN HAY TIEMPO DE SALVAR LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA
SÓLO EL PUEBLO EN LUCHA SALVA LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA
SIN CONSTRUCCIÓN SOCIALISTA NO HAY ESTABILIDAD INSTITUCIONAL
LA CAPITULACIÓN ES UNA TRAICIÓN A LA PATRIA
EL IMPULSO DE LA LUCHA DE CLASES ES LA GARANTÍA DEL AVANCE
DE LA REVOLUCIÓN
LOS PROMOTORES DE LA INTERVENCIÓN EXTRANJERA SON
OBJETIVOS MILITARES
GUERRA A MUERTE AL CAPITAL
SOMOS HIJOS DE BOLÍVAR…Y BOLÍVAR VIVE
Secretariado Nacional de las FBL.
Venezuela, mayo 2013.
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